30 Años Tejiendo Oportunidades: El Impacto de Colnodo en Nuestras Vidas
Me sumé al equipo Colnodo en agosto del 2003, ese año la organización estaba celebrando sus primeros 10 años! Había tomado la decisión de salir de Cali para emprender nuevos caminos personales y profesionales y tenía la confianza de encontrar un lugar en mayor libertad para seguir apostándole a mis objetivos sociales. Desde entonces han transcurrido 21 años y hoy me digo con orgullo que fue la mejor decisión! Muchas de mis más profundas alegrías y satisfacciones han sido gracias a oportunidades, aprendizajes y personas que he encontrado a lo largo de mi vida en Colnodo.
Cada día construimos en colectivo con muchas organizaciones y comunidades con quienes tenemos la fortuna de colaborar y que confían en nuestro quehacer. Hemos transitado de un mundo análogo a un mundo digital, hemos atravesado un milenio y hemos sobrevivido una pandemia!! Si bien ha sido un camino lleno de aciertos, aprendizajes y desafíos, con intuición, confianza y visión, hemos logrado evolucionar a medida que internet cambia y nos presenta nuevas innovaciones, retos, posibilidades y riesgos.
A comienzos de los años 2000, ante las grandes brechas de acceso y conectividad, especialmente en zonas periféricas de las ciudades, en áreas periurbanas y en zonas rurales, le apostamos al acceso público a Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como alternativa de conectividad y apropiación de TIC entre poblaciones excluidas de las oportunidades de internet como un recurso facilitador de derechos. Desde las Unidades Informativas Barriales (UIB) hasta los telecentros Compartel, logramos acompañar a cientos y cientos de centros de acceso público a TIC en todo el país siempre en alianza con ONG, universidades, organizaciones locales, grupos étnicos, fundaciones empresariales y tantos actores que se fueron sumando. Hicimos parte de una Red Nacional de Telecentros muy fortalecida con un modelo de gobernanza y toma de decisiones (el comité), un espacio de formación (la Academia Nacional de Telecentros), una comunidad de aprendizaje virtual, hasta 10 encuentros de telecentros al año entre los eventos regionales y el encuentro nacional y especialmente un movimiento fuerte de organizaciones y personas que le apostamos al acceso público a TIC en un momento en que era muy costoso tener en casa un computador conectado a internet (como ahora), mucho antes de la era del internet móvil y de los celulares.
Y aquí seguimos. Nuestro trabajo tiene mucho sentido incluso aún más en estos momentos; luego de tres décadas, tristemente las brechas digitales, sociales y de género siguen ampliándose. Hoy día, le apostamos a las redes comunitarias como alternativas complementarias de conectividad y apropiación de TIC en zonas rurales desde la gestión y capacidad creativa, operativa, organizativa y política de las mismas comunidades organizadas.
La promoción del software libre ha sido una de nuestras banderas; esto cobra sentido dada la importancia de que las organizaciones de sociedad civil y las comunidades que hemos acompañado en estos años, logren autonomía tecnológica apropiándose de las TIC desde sus saberes, su imaginación y su inspiración sumando nuevos usos y experiencias.
Nuestro trabajo con mujeres ha sido especialmente significativo, mujeres desde toda nuestra maravillosa diversidad e interseccionalidad. Desde los telecentros hasta las redes comunitarias hemos buscado romper brechas de género, estereotipos y que las mujeres podamos apropiarnos del potencial de las TIC, que ningún camino de innovación esté negado para nosotras, que desde nuestras creatividades, talentos y preguntas podamos aportar y aprender y que en el presente y en el futuro nuestra contribución sea mucho más reconocida y celebrada de lo que ha sido en el pasado.
Desde mediados de la primera década de este milenio, cuando internet unidireccional se transformó a multidireccional y las redes sociales cambiaron totalmente la experiencia en el ciberespacio, una vez más las mujeres estábamos en el blanco de los ataques y de las violencias que del mundo físico también invadieron el mundo virtual. Allí nació nuestra Campaña Dominemos la Tecnología, inspirada en la campaña global Take Back The Tech de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC).
En estas décadas, hemos logrado llegar a miles y miles de mujeres en zonas urbanas y rurales para fortalecer sus habilidades digitales, usar y apropiar la tecnología de una manera particular, de acuerdo con las necesidades, los tiempos, los contextos y las preguntas que tienen sentido para nosotras. En la última década dimos un paso más y con la certeza de fortalecer la autonomía económica de las mujeres empezamos a diseñar y ofrecer contenidos formativos para impulsar emprendimientos liderados por mujeres desde el mercadeo digital, la creación de contenidos de valor, el uso de redes sociales y la educación financiera.
Y al tiempo que promovemos el potencial de internet con sus oportunidades y el acceso a derechos, también nos compromete el reconocimiento de los riesgos. Por ello, creamos nuestra Escuela de Seguridad Digital, desde donde hemos fortalecido competencias para la prevención de riesgos digitales y la promoción de prácticas seguras en línea especialmente entre organizaciones de sociedad civil, activistas, liderazgos sociales, defensores/as de derechos y periodistas, la mayoría mujeres.
Si bien trabajamos en internet como una posibilidad práctica, el abordaje desde la dimensión política siempre ha estado presente; hemos participado en el proceso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información y posteriormente en todos los espacios nacional, regional y global de gobernanza de internet contribuyendo como organización de sociedad civil para promover internet como un recurso libre, abierto y al alcance de todas las personas.
Me siento muy orgullosa de hacer parte de la historia de Colnodo, de este equipo, de este sueño. Hemos honrado la confianza de tantas mujeres, juventudes, infancias, personas mayores, personas con capacidades diversas, comunidades, organizaciones y redes que nos han permitido acompañarles en procesos de acceso, uso y apropiación de TIC. Si bien hemos buscado que estas tecnologías permitan cambios importantes socialmente, las principales transformaciones han sucedido en nuestras propias vidas. Colnodo es una Escuela, así con mayúscula, hemos tenido el privilegio de tener en nuestra organización muchísimos talentos que han puesto sus saberes, su experiencia y su energía en el cumplimiento de nuestra misión. Todos esos conocimientos han formado y enriquecido los logros que hoy día celebramos. Gracias a las cientos de personas que nos han premiado con su legado.
Colnodo ha sido el lugar donde he podido poner a fluir y a proyectar mis habilidades y mi energía en tantos temas de interés que nos convocan. Gracias a Julián por promover la fundación de Colnodo, gracias a la Asamblea de la que ahora tengo el honor y la alegría de hacer parte y gracias a todas las personas y organizaciones que han hecho posible el cumplimiento de nuestra misión. Contamos con el apoyo y la confianza de nuestros aliados para seguir tejiendo, emprendiendo, creciendo y aportando a la inclusión social y digital en nuestro país.
En estas décadas, hemos visto en Colnodo tantas personas convertirse en profesionales, colegas que celebran el tener su casa propia, mascotas que se suman a nuestras vidas, viajes que llegan, oportunidades nuevas, noviazgos convertidos en matrimonios, familias que se forman, amistades que se fortalecen, niños y niñas que nacen y crecen; incluso en los últimos años tenemos el privilegio de sumar a nuestro equipo a profesionales de las nuevas generaciones!… Las personas suelen decir que Colnodo es una familia, un lugar seguro, en verdad lo es… Es un nido cálido que abraza sin asfixiar, que protege sin quitar autonomía, que enseña sin limitar nuestras capacidades y que nos permite crecer, aprender y especialmente sentir que vale la pena levantarse cada día a construir un país más sensato, más justo, con más equidad y donde la paz y el bienestar sean una certeza.
Celebramos estos 30 años con enorme gratitud. Que la vida nos permita seguir promoviendo el uso social y estratégico de las TIC para cultivar un futuro digno, en armonía con el entorno y en beneficio de tantas comunidades, personas y organizaciones. ¡Que así sea!